La transformación digital no consiste sólo en introducir un cambio tecnológico, sino que implica todo un cambio en la forma de trabajar y comunicarse. Afecta a los recursos materiales pero también a los humanos porque modifica todos los procesos.
EMALSA continúa con su proceso de transformación digital con la aspiración de convertirse en un referente tecnológico en la gestión del Ciclo Integral del Agua, según explicó el CIO de Saur en España y responsable de tecnologías de la información para Saur Internacional, Alberto Provencio.
El proceso se divide en tres áreas: por un lado en un avance de las alternativas de la atención al cliente desde el canal web, pero manteniendo una alta calidad de servicios en la atención presencial; en segundo lugar, mejorando la coordinación con las administraciones a las que se presta el servicio con soluciones telemáticas que profundicen en la transparencia; y en tercer lugar perfeccionando el control operacional a través de la sensorización que permite al capital humano ser más proactivo y adelantarse a los problemas en un contexto más seguro y eficaz.
Todo ello redunda en un mejor servicio en lo que afecta a las relaciones con los clientes, con las administraciones y con los propios trabajadores o empresas colaboradoras, y se transforma en una mayor “humanización” de la compañía.